Tras la victoria del Partido Comunista Chino en la guerra civil contra el Kuomintang o Partido Nacionalista Chino en 1949, los miembros de este último bando se trasladaron a la isla de Taiwán. Allí fundaron la República China, la cual no reconoce a la República Popular China o, simplemente, China. En estos hechos está, de una forma muy resumida, el germen de las tensiones internacionales que hoy se ciernen sobre la isla oriental. Pero no es la primera disputa a la que Taiwán hace frente. Antes, mucho antes, Taiwán fue sede de otros conflictos. De hecho, en uno de ellos se vieron inmersos los españoles.
